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Una ciudad fantasma
En el enigmático silencio de Bodie, California, parece que el tiempo se ha detenido. Bodie lleva el nombre de W.S. Bodey, un buscador de oro que descubrió el metal precioso, pero murió trágicamente en una tormenta antes de ver el auge del pueblo. Fundado en 1860 durante la fiebre del oro, este pueblo alcanzó una población de casi 10.000 personas en su apogeo, con bulliciosas calles llenas de salones y tiendas. Sin embargo, cuando el oro se agotó, también lo hizo la prosperidad de Bodie, y para 1915, fue abandonado. Hoy en día, es uno de los pueblos fantasmas mejor conservados de Estados Unidos. Al caminar por sus calles desiertas, puedes espiar casas polvorientas y encontrar vestigios de su época dorada.
Un lugar similar en España es Belchite, un pueblo arrasado durante la Guerra Civil que se ha mantenido como testimonio del pasado. Al igual que Bodie, sus ruinas conservan un aire de misterio, con leyendas de fantasmas que protegen sus secretos. En Bodie, llevarse objetos no solo está prohibido, sino que se cree que trae mala suerte, según sus habitantes.