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De arco en arco
El viaducto de Ribblehead, en North Yorkshire, Inglaterra, es un impresionante ejemplo de ingeniería victoriana. También conocido como viaducto Batty Moss, fue construido en la década de 1870 por el Midland Railway y sigue transportando trenes a través del valle de Ribble. Con 24 arcos de piedra que se alzan a 31 metros de altura y una extensión de más de 400 metros, es un testimonio del ingenio y la perseverancia. Sin embargo, su construcción tuvo un alto costo humano, ya que más de 100 trabajadores perdieron la vida durante el proyecto.
En España, también contamos con obras maestras que combinan funcionalidad y belleza. El acueducto de Segovia, construido por los romanos en el siglo I, es un ejemplo perfecto. Con sus 167 arcos y más de 28 metros de altura en su tramo más alto, transportó agua a la ciudad durante siglos y sigue siendo un símbolo de la ingeniería antigua.
El viaducto de Ribblehead y el acueducto de Segovia, aunque de épocas y propósitos distintos, comparten la capacidad de fascinar a generaciones con su grandeza y su historia. Ambos son destinos imprescindibles para los amantes de la arquitectura y la historia.