Lago Abraham, Alberta, Canadá

© Basic Elements Photography/Getty Images

Burbujas, burbujas por todas partes

¿Has oído hablar de las burbujas congeladas? El lago Abraham, en Alberta, Canadá, las exhibe durante el invierno, combinando belleza y ciencia en acción. Desde su creación en 1972, este embalse artificial destaca no solo por su tamaño, de más de 53 kilómetros cuadrados, sino también por la pureza de sus aguas glaciares que, incluso en pleno invierno, mantienen una transparencia única gracias a los sedimentos finos que reflejan la luz.

En invierno, fotógrafos y visitantes llegan para observar estas burbujas heladas. Se forman cuando microorganismos descomponen plantas y animales en el fondo, liberando metano. Al ascender, el gas queda atrapado bajo el hielo, creando burbujas de distintos tamaños y formas. Es sorprendente pensar que estas burbujas inflamables estén bajo tus pies. En enero y febrero, el hielo más grueso las hace más visibles. Si planeas visitarlo, mantente cerca de la orilla por tu seguridad.

En España también puedes disfrutar de paisajes invernales únicos, como los ibones pirenaicos (Aragón y Cataluña), las Lagunas de Ruidera (Castilla-La Mancha) o la Laguna Negra de Urbión (Soria), donde la naturaleza despliega su magia en esta estación.